La Sed, La Flecha (Ángel Nungaray)
A Juan Martínez
1
Hay cielos más propicios que la sangre
;
Devastaciones más benignas que el espíritu
;
Vigilias ciegas como la sed del cuerpo
(Ciega es la voz que participa
En el plexilio y sus comarcas).
El cuerpo es el blanco
;
La sed, la flecha.
La aridez se reúne en la visión
;
La transparencia en la fortaleza del arco.
La velocidad de la sed
Es directamente proporcional
A la vigilia del cuerpo.
2
Existir es alejarse.
Cada verso
Me aleja de la pendiente,
La escritura establece
Un diálogo (un abismo)
Entre el ser y su reflejo.
(Estoy interrumpiendo ese diálogo.)
Existir es alejarse.
La lejanía es el eje,
Tan mutable
Como la flama.
3
La fuente permanece inalterable.
El espíritu y sus cauces son la vía.
El desierto permanece inalterable.
El espíritu y sus cauces son la vía.
Dios y su atávica proximidad permanecen inalterables.
El espíritu y sus cauces son la vía.
3 Fragmentos de un poema escrito en memoria de Juan Martínez,, publicados en el periódico El Occidental (Guadalajara, Jal) el domingo 11 de Marzo
Ángel Nungaray ( Yahualica, Jalisco, 1968) Ha colaborado en las revistas: Tierra Adentro, La casa del tiempo, Literal, La cabeza del moro, Alforja y Ventana Interior. Es autor de los poemarios: Estaciones de la noche (2002); En el vacío de la luz (2002) y Morada ulterior (2004).